Según el profesor Jesús David Acero Mora, diseñador industrial con Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional de Colombia, la seguridad personal es la principal barrera para que más personas usen la bicicleta como medio de transporte, fundamentalmente por el aumento en los casos de robo.

Datos del Siedco de la Policía Nacional revelaron que entre enero y mayo de este año se registraron 2.698 denuncias, es decir, 17 bicicletas robadas diariamente en Bogotá (El Tiempo, 2018). Para el académico, la causa del hurto de bicicletas es principalmente porque las autoridades no tienen un control de registro de las cerca de 900 mil bicicletas que diariamente circulan por la ciudad.

“No se controla el registro, por tanto, tampoco se controla el mercado y esto redunda en que los ciudadanos estén comprando bicicletas o piezas robadas, lo que sigue promoviendo su robo”, aseguró el profesor Acero, consultado por el Observatorio de Gobierno Urbano.  

El experto señaló que tener un control de registro implicaría incorporar a las bicicletas dentro del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), aprovechando el número único que tiene cada bicicleta en su marco. A esto se sumaría un ejercicio normativo desde el Congreso de la República y un trabajo mancomunado entre varias instituciones como la Dian, el Ministerio de Transporte, el Ministerio de Hacienda y los entes locales.

“Ya se tiene una base fundamental: la Ley 1811 de 2016, que tiene un articulado lo suficientemente detallado para poder implementar un registro de bicicletas en el país”, dijo. Esta Ley fue sancionada con el fin de incentivar el uso de la bicicleta como medio principal de transporte en todo el territorio nacional.

Seguridad vial

Mucho se ha relacionado la falta de casco y reflectivo a los incidentes de tránsito que involucran conductores de bicicleta, sin embargo, el profesor Acero fue enfático en afirmar que la seguridad vial no depende del uso de estos elementos, sino que se trata de un tema de sensibilización que priorice la vida y en el que todos los actores (conductores de vehículos, peatones, ciclistas) tienen responsabilidades, deberes y derechos.

“En Europa no es obligatorio el uso de casco y no hay accidentes de tránsito ni muertes de ciclistas, y esto es porque el peatón y el ciclista son la prioridad”, expresó el académico. En Colombia, la Resolución 160 del 2017 estableció que el casco es obligatorio solamente cuando el conductor sea un menor de edad o cuando se trate de eventos deportivos, competitivos o en entrenamiento.

En cuanto al uso de reflectivo, la Ley 769 de 2002 definió que todo ciclista entre las 6:00 p.m. y 6:00 a.m. debe llevar dispositivos en la parte delantera que proyecten luz blanca, y en la parte trasera que reflecte luz roja. Además, deben contar con reflectivos siempre que la visibilidad sea escasa.

Para el profesor Acero, las alcaldías locales deberían incentivar el uso de las luces en las bicicletas a través de campañas en las que entreguen estos elementos, teniendo en cuenta que la población que más usa este medio de transporte (Kennedy, Suba, Bosa y Engativá) son en su mayoría de escasos recursos.   

Otros de los beneficios que logró la Ley 1811 tienen que ver con el uso de un carril completo por parte de los ciclistas y la indicación a los conductores de vehículos de adelantar a una distancia no menor de 1.5 metros. “Esto es fundamental en la medida que logremos aplicarlos, pero son las organizaciones la que han tenido que hacer el trabajo de socialización”, indicó.

Por otra parte, el académico afirmó que en Colombia “se debe disminuir la velocidad máxima urbana, no puede pasar que en zonas urbanas estemos permitiendo 60 km/h”.  Al respecto, resaltó el caso de Chile en donde la Cámara de Diputados aprobó recientemente el proyecto de ley que busca disminuir la velocidad máxima de 60km/h a 50 km/h.