Escudo de la República de Colombia Escudo de la República de Colombia

Cobro por uso de vehículos es más eficientes que las medidas de restricción

Publicado el Miércoles, 11 Abril 2018, en Divulgación académica

Así lo considera el ingeniero Carlos Moncada, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, a propósito de la propuesta del alcalde Enrique Peñalosa de cobrar un nuevo impuesto a vehículos particulares para subsidiar el transporte público.

Foto IEU

 

En diálogo con el Observatorio de Gobierno Urbano, del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), el ingeniero Moncada aseguró que los cargos por congestión o los cobros por el uso de vehículos particulares son más eficientes que las medidas restrictivas como el pico y placa, ya que ante esta última estrategia lo que han hecho los ciudadanos es evadir la restricción con la compra de un segundo carro.

“Tener carro en ninguna ciudad debe ser considerado como un derecho sino como un privilegio y estos tienen un costo y por eso con el déficit que se tiene en transporte público se necesita empezar a buscar instrumentos que ayuden a financiarlo, expandirlo y mejorar su calidad”, señaló el académico.

En este sentido, apoyó la propuesta de la Administración Distrital en la medida en que el parque automotor en la ciudad sigue en aumento, entre otras cosas por lo fácil y económico que es en el país adquirir y usar un carro particular. “Tenemos más de un millón de vehículos para mover menos del 10% de la población; es la principal causa de congestión; mientras que cerca del 36% de los ciudadanos se mueve en transporte público”, afirmó.

Desmonte del pico y placa

Para el ingeniero, medidas restrictivas como la del pico y placa se deberían desmontar y, en cambio, dirigirse ‘al bolsillo’ de los ciudadanos que tengan segundos vehículos. “La restricción vehicular le hizo un mal a la ciudad porque le dijo: compre un segundo carro”, manifestó.

De acuerdo con Moncada esto se ve reflejado en el aumento de vehículos que en Medellín y Bogotá se ha quintuplicado en los últimos años. A esto se suma, el incremento en la compra de motocicletas porque nuevamente el mensaje es: “Deje su carro, compre su moto que es más barata, no paga impuestos, no tiene pico y placa y no paga peajes”.

El profesor de la U.N. explicó que el impuesto que se tiene sobre el primer vehículo debería ser diametralmente diferente al del segundo carro, porque este último está siendo usado para evadir la restricción del pico y placa y de la misma manera, congestionar más la ciudad.

“Quienes están pagando impuestos respecto a los vehículos, tienen que tener claro que las tasas que están pagando no son altas en relación al mercado latinoamericano o europeo”, dijo.

Frente a esto, Moncada insistió en que el nivel de congestión que tiene Bogotá “ya no da para más”, por lo que es un error seguir pensando en que la infraestructura es la solución al problema y no el aumento del parque automotor.

“Mientras a la gente le siga costando los mismo tener uno o dos carros o siga creyendo que el uso del carro particular es un derecho y no un privilegio, no va a haber forma de mejorar esto”, advirtió. “La única forma es tener un transporte público de calidad y que se encarezca el uso de vehículos de transporte privado”, agregó.

Crisis financiera del SITP

El experto señaló que el Sistema Integrado de Trasporte Público tiene un hueco fiscal de un billón de pesos anual. Explicó que, aunque las troncales de Transmilenio se sostienen en la operación, el SITP tiene un déficit, entre otras cosas, por las fallas en el proceso de integración.

“Es momento de repensar el sistema integrado, pero hay un problema en la ley porque no permite subsidios directos a la operación, por eso se tienen que buscar mecanismos alternos porque las fuentes de financiación están limitadas y en la medida que sigamos cargando a la tarifa, estos costos van a ser inviables para las personas”, expresó.

Ante esto, el académico propuso pensar en esquemas de operación pública, con empresas industriales y comerciales del Estado eficientes y controladas, y en un análisis de costos rigoroso sobre los operadores. “El estado debe garantizar trasporte público, de calidad y eficiente, pero el transporte privado se puede tratar como el gobierno lo confiera”, finalizó.

  • Escrito por Paola Medellín 

    *040

  • Consola de depuración de Joomla!

    Sesión

    Información del perfil

    Uso de la memoria

    Consultas de la base de datos