En el programa radial Observatorio de Gobierno Urbano, de UN Radio 98.5FM, se abordaron algunas experiencias de ciudades universitarias en Iberoamérica y su impacto en el desarrollo de las ciudades con los académicos Valeria Sánchez Michel, Doctora en Historia por El Colegio de México y Mónica Silva Contreras, Doctora en Arquitectura por la Universidad Central de Venezuela, profesoras e investigadoras de la Universidad Iberoamericana; Jesús Leal Maldonado, Doctor en Filosofía y Letras y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (España) y Fernando Viviescas, profesor del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.  

De acuerdo con la profesora Valeria Sánchez, la ciudad universitaria en América Latina tiene que ver con un proyecto de modernización e implementación de ideas sobre proyectos urbanos. “Se trató no solo de crear un nuevo espacio para las universidades, todos los proyectos tienen que ver con planificación urbana y la implementación de soluciones urbanísticas”, dijo. 

Para la profesora Mónica Silva, la noción de ciudad universitaria surge de la idea de zonificar las ciudades de acuerdo a sus funciones y usuarios. “Las ciudades universitarias aparecen como zonas urbanas en el borde de las ciudades tradicionales, en las cuales se materializan de algún modo todos los ideales de la arquitectura y urbanismo moderno”, resaltó. 

Esa materialización, complementó la académica, convierte los campus en nociones utópicas, en el sentido de concebir una ciudad para el saber, la investigación, la innovación y para la formación del futuro latinoamericano. “La idea de la utopía no solo tiene que ver con la democratización de la enseñanza y los planes gubernamentales, sino también de integrar las artes modernas como parte de la construcción de una nueva ciudad universitaria”, insistió. 

El profesor Jesús Leal explicó que las ciudades universitarias son fruto de la propia concepción de la universidad, en momentos en los que se genera un crecimiento de la demanda. “La universidad trata de conectar diferentes saberes para que se pueda obtener aprovecho de ellos; su esencia es la conexión entre las diferentes sedes de las disciplinas que pueden complementarse y ayudarse entre ellas”.  

El profesor Fernando Viviescas señaló que fue el Campus de la Universidad Nacional de Colombia, el primero en América Latina, el que impulsó el proceso de modernización planteado por Alfonso López Pumarejo. “Es mostrar a la Universidad como un elemento central de producción de conocimiento, de introducir la ciencia, el arte y la cultura para construir una sociedad moderna”, dijo el arquitecto. 

Según el académico, este proyecto de ciudad universitaria se convirtió en el desarrollo urbanístico más importante de Bogotá. “La ciudad se hace alrededor del campus y establece una relación urbanística, espacial, cultural y política. Su trazado y ordenamiento territorial, permanecen vigentes”, precisó. 

Leal señaló que el impacto de los campus en el desarrollo urbano del territorio se da a partir de dos procesos:  “uno, de explosión porque exporta a la ciudad conocimiento, cultura y actividades y, dos, de implosión en la medida que la ciudad con sus ideas e innovación, la moda, las corrientes políticas y de pensamiento, entran a los campus”. 

“Son proyectos de modernidad que continúan con vigencia, no solo de universidades, sino proyectos políticos y urbanos que detonaron el crecimiento de las ciudades donde se ubicaron”, añadió la profesora Sánchez.   

Teniendo en cuenta que la universidad es el centro de la posibilidad de retomar la utopía de ciudad, los académicos coincidieron en que el desafío es transformar las ciudades universitarias en ejemplo urbano, es decir, en ciudades inteligentes capaces de impulsar la transformación que exige el mundo actual, no solo en relación a la interacción tecnológica, sino también en la gestión de los problemas urbanos contemporáneos.