El profesor Alexander Niño-Soto, coordinador de la Maestría en Urbanismo y Desarrollo Territorial de la Universidad del Norte aseguró que Barranquilla es vista como un modelo exitoso de renovación urbana, pero es pertinente revisar qué tan cierto es. Para ello, se requiere precisar si es una ciudad densa, compacta, con sistemas de transporte eficientes, entre otras variables.

En ese sentido, el economista Jairo Parada Corrales, profesor de la Universidad del Norte, aseguró que es innegable que en la ciudad en los últimos 15 años se ha dado cierto crecimiento económico y progreso material en infraestructura. Se destacan obras como el malecón, pavimentación de arroyos y construcción de vías.

“Esos son logros concretos que se plantearon en el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de 2012. Pero la idea de que Barranquilla es una ciudad ejemplo para Colombia, es más producto de una campaña de medios que de la realidad.  Esto se debe en parte a la forma cómo nació la urbe” señaló Parada.  

Historia de Barranquilla 

La capital del Atlántico se formó a finales del siglo XIX producto de una localización especial al pie del río Magdalena, cuando comenzaba su navegación y por allí se transportaban los cargamentos de café. Es decir, es efecto de la economía de localización. 

“Desde la época de la colonia hasta los años 60 fue una ciudad pequeña con poca población, baja cobertura en educación y servicios básicos. Tuvo una industrialización importante en los años 30, que luego se estancó. En la década del 60 sufre una fuerte migración urbana del resto del Caribe. La ciudad se desbordó en su crecimiento urbano y esto originó grandes tensiones. A comienzos de los 90, se inició una reacción ciudadana que dirigió el cura Bernardo Hoyos”, recordó Parada. 

En su primera administración se impulsó la pavimentación de los barrios populares y se trabajó en la cobertura de acueducto y alcantarillado. Sin embargo, este proceso político fue absorbido por las élites tradicionales. Aunque hubo avances en el desarrollo urbano de Barranquilla como la pavimentación de la calle 17 y la implementación de Transmetro, entró la Ley 550 y la ciudad cayó en crisis, aseveró el economista.

“Finalmente, llegaron los Char, un grupo de empresarios que al principio fueron vistos con buenos ojos. Se pusieron en orden las finanzas públicas de Barranquilla, se iniciaron obras para mejorar los servicios públicos, de salud y educación. La debilidad de este modelo de desarrollo es que no resolvió los problemas estructurales del empleo e ingreso de los sectores menos favorecidos. Además, el modelo no es sostenible, porque no tiene una base económica sólida y la ciudad está muy endeudada, tiene comprometidas sus finanzas por 20 años” recalcó Parada.   

Contexto actual  y modelo de desarrollo 

Barranquilla es una ciudad importante no solo para el departamento del Atlántico sino para toda la región Caibe y para el país, esto implica unos retos en términos de competitividad. “Las condiciones siguen siendo frágiles porque aunque ha mejorado la malla vial, algunas vías secundarias y terciarias siguen con debilidades. Además,  tenemos deficiencias en los puertos, y no se ha solucionado el problema del río Magdalena. Sumado a esto se encuentra la falta de coordinación porque no se ha podido crear una institucionalidad que integre al Caribe, por tensiones entre distintas entidades del orden nacional y local”, argumentó Parada.

A su turno, el profesor Florian Koch de la Hochschule für Technik und Wirtschaft HTW en Berlín, Alemania señaló que la región debe tener una economía basada en la sostenibilidad. La explotación de materias primas no es el camino para lograrlo. En cambio si se piensa a Barranquilla como una ciudad inteligente se puede dar una respuesta en ese sentido.

Por su parte, el profesor Niño - Soto planteó la idea de que Barranquilla puede ser una smart city como estrategía para lograr la sostenibilidad urbana, teniendo en cuenta que en el Departamento Nacional de Planeación ya existe un borrador de los lineamientos sobre este tema para las ciudades colombianas. 

Barranquilla como smart city

Hay una tendencia mundial de que las ciudades deben volverse inteligentes. Esto tiene que ver con el uso de las Tics en el ámbito urbano. Sin embargo, hay que definir por qué se quiere tomar ese camino. “Lo primero que debe hacer Barranquilla es preguntarse cuál es el objetivo de ser una ciudad inteligente y si busca resolver problemas estructurales como la pobreza, la informalidad o la polarización social. Otra de las características de las smart cities es el big data, y por ello se requiere saber cómo se usarían los datos y quién es el propietario de los mismos”, aclaró Koch.

Efectivamente en el Caribe colombiano una de las ciudades que más potencial tiene para ser una smart city es Barranquilla. “Sin embargo, estamos en un momento de discurso, pues aparece como tema de la Alcaldía, pero no tiene presupuesto ni una política que lo caracterice como un sector importante para el desarrollo de la ciudad”, afirmó Parada.

Barranquilla sí tiene elementos para ser una smart city, pero debe tener claro cuál es el camino a seguir. “No puede exportar los modelos utilizados en ciudades como Berlín o París sino que debe tener en cuenta su contexto y necesidades, para que sea un proceso efectivo que involucre a la sociedad civil, porque sino sería un proyecto de élite sin éxito”. consideró Koch.

El profesor Niño-Soto concluyó que Barranquilla tiene retos antes de pensarse como una smart city. “Hay grandes procesos por resolver en términos de desigualdad social, recuperación del activismo ciudadano e integración con la región”.