Por: Alfredo Rafael Saade Vergel* 
Exdirector del Área Metropolitana de Valledupar 

Constituida por los municipios de Valledupar, La Paz, San Diego, Manaure Balcón del Cesar y Agustín Codazzi. Fue creada mediante escritura pública 2709 del 17 de diciembre del año 2002,  como una entidad administrativa que busca acercar a los municipios que la constituyen para promover su orden físico, económico y social.

Por tal razón, se deben concentrar los esfuerzos en la planeación y coordinación del desarrollo sustentable y humano, soportado en el ordenamiento integral del territorio y en la prestación racional y eficiente de servicios públicos, con lo cual se logre: el equilibrio, la equidad, la competitividad, y el fortalecimiento de capacidades para el autodesarrollo de sus habitantes, a través de la gestión y ejecución de programas y proyectos de alcance metropolitano.

Bajo mi dirección y a partir de la actualización de su Plan de Desarrollo Integral - PIDM 2017, se planteó perfilar a esta área como un territorio metropolitano sostenible e incluyente, proveedor de bienes y servicios de calidad, que compita a nivel global como despensa agroalimentaria y destino turístico, que valora y potencia su cultura vallenata, su patrimonio ambiental, étnico y agropecuario; con un sistema urbano – rural equilibrado, ordenado y atractivo por sus espacios públicos y sus servicios sociales soportado en instituciones sólidas que garantizan el bienestar colectivo.

Para  alcanzar este propósito, cobra mayor importancia el direccionar el ordenamiento integral del territorio a través de lineamientos supramunicipales y de la ejecución de acciones que permitan la construcción del modelo de ocupación del suelo acorde con la visión de futuro del Área Metropolitana a partir de la implementación de una estrategia de sustentación para un modelo de desarrollo socio-económico sostenible. Con ese fin, se sugirió en el momento implementar la gestión integrada del ordenamiento territorial en el Área para disminuir el deterioro de la oferta física ambiental en la región. 

Entre otros, se propuso proveer al territorio metropolitano de los elementos físicos y operacionales estratégicos (vivienda, vías, transporte, equipamiento, espacios y servicios públicos) para que  aumente la oferta de espacio, se gestione la implementación de un sistema de transporte urbano-regional eficiente, disminuya el déficit habitacional cualitativo y cuantitativo y gestione la implementación de Sistemas de Servicios Públicos Metropolitanos eficientes para el territorio.

Respecto a la gestión ambiental, propiciar la sustentabilidad del desarrollo, a través de la ejecución de acciones de competitividad responsables que promuevan la implementación de acciones de adaptabilidad social al cambio climático, la valoración de patrimonios y la inserción a los mercados globales. Cabe resaltar la gestión por la creación e implementación de la primera empresa metropolitana de energías alternativas que dio paso a próximas acciones en favor del medio ambiente.

En el contexto que se movía el país, en el momento histórico 2016 - 2018  en el cual tuve injerencia en el Área Metropolitana de Valledupar, se reflexionó y dio paso a la instauración de un nuevo hecho metropolitano para proyectar escenarios de construcción de paz en procesos de posconflicto que garantizaran bienestar y que permitieran a los diferentes actores del territorio asumir responsable y conscientemente la transformación social en el contexto. 

De lo plasmado en el Plan Integral del Área Metropolitana de Valledupar 2017 se rescata la visión de una AMV verde  orientada a la preservación del entorno y de la naturaleza; un área humana que refiere la importancia del fortalecimiento de la gente y amable generadora de ambientes dignos. Lo anterior posibilita condiciones para asumir con responsabilidad la administración del recurso en el territorio.

El proceso de planeación ejecutado en el 2017 tiene sustento en la planeación del PIDM 2013 y en los fundamentos inamovibles abordados y reconocidos en el X Foro Iberoamericano de Gobiernos Locales en el cual se concertó y construyó la Declaración de Quito Sobre Ciudades Y Asentamientos Humanos Sostenibles Para Todos. Allí se anuncia, que para 2050 se espera que la población urbana mundial casi se duplique, que la persistencia de múltiples formas de pobreza, de crecientes desigualdades y la degradación de medio ambiente siguirán siendo los mayores obstáculos para el desarrollo sostenible en el mundo entero, con exclusión social y económica y con segregación espacial que son a menudo una realidad irrefutable en las ciudades y asentamientos humanos, que es necesario replantear la forma en que las ciudades y los asentamientos humanos son planeados, diseñados y financiados. La Nueva Agenda Urbana ayudará a eliminar la pobreza y el hambre en todas sus formas y dimensiones. 

La dinámica que se genera da lugar a la promoción de principios y surgen análisis en torno a la gobernanza metropolitana, definida por el equipo como el cumplimiento de las metas establecidas en el Plan Integral mediante la articulación entre los diferentes entes territoriales y una corresponsabilidad con la ciudadanía que requiere un fortalecimiento de todas las formas de participación ciudadana y la sinergia estratégica entre ciudadanía y entes territoriales tanto en la toma de decisiones como la implementación de planes y programas.

La asociatividad que  refiere una forma de trabajo en el que las entidades territoriales de manera aunada trabajen para consolidar hechos que configuren acciones que superen las fronteras invisibles existentes entre los municipios, una buena planificación que motive el desarrollo equilibrado, equitativo y sostenible del territorio metropolitano al proyectar de manera efectiva la responsabilidad y articulación de cada uno de los actores en miras del cumplimiento de metas, un desarrollo integral capaz de alcanzar el trabajo conjunto desde diferentes componentes para alcanzar mejores oportunidades en diferentes áreas, que  aporten a la transformación con equidad para romper las barreras que superen diferencias en lo social, cultural, religioso y económico. Todas las acciones hechas con responsabilidad social y actuar ético que dejen ver el compromiso con lo público y con los municipios.