Los tres invitados se refirieron a las apuestas del documento en materia de  la renovación urbana y las actuaciones estratégicas que se plantean. El diálogo fue iniciado por la secretaría Jaramillo quien habló de las cuatro estructuras de la propuesta del POT: la ecológica principal; el patrimonio; la movilidad y territorialización del cuidado; y el desarrollo económico. 

Sobre las dos primeras estructuras Jaramillo consideró: “La estructura ecológica principal tiene como objetivos reverdecer a Bogotá, resolver problemas socioambientales, proteger los humedales y establecer los límites definitivos de la ciudad con respecto a los Cerros Orientales y a la ruralidad de Usme. La segunda, la de patrimonios, tiene que ver con la identidad, e incluye el material, el natural y el inmaterial”. 

“La tercera se refiere, por un lado, a la movilidad de Bogotá, con un sistema de transporte orientado hacia la movilidad limpia con cinco líneas de metros, dos trenes regionales, siete cables y cicloalamedas. Y por otro, plantea la territorialización del cuidado que busca organizar el sistema de equipamientos sociales, para la prestación de servicios que puedan relevar a las mujeres de esas cargas no remuneradas del cuidado a través de los sectores de cultura, educación, mujer e integración social. La cuarta es el desarrollo económico basado en la promoción de empleos formales”, aseguró la secretaria al informar sobre las otras dos estructuras.

 Renovación Urbana

Cuando se discuten los POT, realmente se hacen planteamientos sobre el modelo de ciudad y se tiene que responder a la disyuntiva de expansión o compactación. La profesora Yency Conteras Ortiz, coordinadora del Observatorio de Gobierno Urbano del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia, indicó que la respuesta está en el tratamiento de renovación urbana. “En el documento el tratamiento de desarrollo pasa de 6.638 hectáreas a 3.877; el tratamiento de consolidación de 20.785 a 18.000 hectáreas y el tratamiento de renovación  de 3.472 a 6.905 hectáreas, eso implica una apuesta importante con una única modalidad denominada, revitalización”, aclaró la docente.   

En relación con las discusiones iniciadas en el Concejo a propósito de la presentación del POT, el concejal Carrillo sostuvo: “Esta es una discusión eminentemente política y pone en evidencia el modelo de ciudad del gobernante de turno. Si hablamos de renovación   urbana, se aspira a construir 47 mil viviendas en el 18% del suelo urbano. Pero no queda claro cómo se va a lograr sin que se empeore la ciudad.  Durante la discusión en el Concejo la secretaria Jaramillo indicó que las cargas de espacio se tomaron con base en las modelaciones, pero estas no las conocemos ”.

A su turno, el concejal Laserna resaltó la importancia del debate planteado por Carrillo sobre la definición de cargas. “Es necesario que esa definición se haga porque se deben pagar las cargas urbanísticas para que los constructores no se queden con todos los beneficios y la ciudad con los problemas. A Bogotá le toca buscar una mezcla entre la expansión, la renovación y otras alternativas que plantea el POT como el reuso para vivienda de edificios de oficinas que quedaron vacantes por la pandemia o el plan terrazas, para que en zonas de origen informal se consoliden unas estructuras de oferta de vivienda de manera segura”.  

Jaramillo aclaró que la renovación urbana que se está planteando es distinta a la actual, porque el POT vigente ha permitido la transformación de la ciudad donde no se había previsto y donde se tenía la voluntad de hacerla no ocurrió. “Con este nuevo Plan se busca renovar unos territorios en particular, que son los que están alrededor de los corredores de transporte que se van a construir, durante la vigencia de este POT”.

 Actuaciones Estratégicas  

La profesora Contreras destacó como otro elemento a tener en cuenta en la discusión, las 25  actuaciones estratégicas planteadas como intervenciones urbanas integrales en ámbitos espaciales, con el fin de detonar procesos de revitalización y su posibilidad de implementación en la práctica.

Para el concejal Laserna: “Es importante tener más información sobre las actuaciones estratégicas, pero el objetivo de transformar ciertas zonas de la ciudad de manera coherente y con un esfuerzo conjunto entre privados y públicos es fundamental. Sin embargo, 25 actuaciones en 12 años es un poco ambicioso, pero si se logran hacer 10 bien, tendríamos muchos que celebrar”.  

En contraste, el concejal Carrillo planteó una crítica a este instrumento. “Mi preocupación es que sean cheques en blanco entregados a los desarrolladores y se pueden convertir en zonas de distensión, porque liberar territorios de normas y reglas dentro de la ciudad es algo muy desafortunado” aseveró Carrillo.

Finalmente, la secretaria Jaramillo aclaró: “El POT da las normas para la ciudad, incluidas las 25 actuaciones estratégicas, por eso no son zonas de distensión y las normas están explícitas en el documento. Se delimitaron con unos criterios de potencial en relación con esos territorios en donde hay transformaciones estratégicas y unos potenciales remanentes en el territorio”.