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Apropiación digital aumentó en la pandemia, una oportunidad en la construcción de ciudades inteligentes

Publicado el Lunes, 15 Febrero 2021, en Divulgación académica, Destacados

Hoy más que nunca las ciudades se ven obligadas a explorar y desplegar todas sus capacidades para gestionar de manera estratégica e innovadora el territorio atendiendo los desafíos que trajo consigo la pandemia y las demandas ciudadanas. La gobernanza inteligente, transformación digital y uso de datos son fundamentales. 

Foto referencial

 

De acuerdo con la plataforma de investigación IESE Cities In Motion, cinco aspectos caracterizan la gobernanza inteligente de las ciudades: pensar estratégicamente, conscientes de las múltiples interacciones y compromisos en los diferentes ámbitos del gobierno urbano; poner al ciudadano en el centro y escuchar a todos los intereses de la ciudad; instaurar una mentalidad distinta, abierta a la innovación, a la tecnología, a nuevas formas de actuar; y pensar que la colaboración es la única forma de construir ciudades.   

La crisis social y económica que produjo la pandemia puso a prueba la capacidad de las ciudades, sus gobernantes y los ciudadanos para gestionar de manera inteligente e innovadora los problemas urbanos que se profundizaron y los nuevos desafíos que se avizoran. ¿Qué tan preparadas estaban las ciudades que se proyectaban como inteligentes para enfrentar una crisis como esta? (Escuche aquí el podcast: Entre la ciudad inteligente y la inteligencia urbana)   

El Índice de IESE Cities In Motion de 2020 evaluó a 174 ciudades del mundo en nueve dimensiones fundamentales para una metrópoli: capital humano, cohesión social, economía, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología. "Todos los indicadores se unen con un fin estratégico que conduce a un tipo de desarrollo económico y social diferente, que conlleva la creación de una urbe global, la promoción del espíritu empresarial, la innovación y la justicia social, entre otros aspectos", dice la publicación.  

En este ranking de ciudades inteligentes, Bogotá ocupa el puesto 120 y Medellín el 126 con un desempeño medio en las nueve dimensiones. Cali se ubica en el puesto 145 con calificación baja. Santiago de Chile es la mejor ciudad de América Latina ubicada en la casilla 68. 

"La pandemia evidenció que las ciudades colombianas no tenían suficiente conocimiento, capacidades, ni un nivel de inteligencia tan científico para enfrentar de manera asertiva esta crisis de salud pública. En la medida que los desafíos crecen, las ciudades tienen que adquirir más conocimiento, desarrollar más capacidades, y ser más inteligentes", afirma el profesor Marco Peres, director del Observatorio de Sociedad, Gobierno y Tecnologías de Información de la Facultad de Derecho de la Universidad Externado de Colombia

Para el académico, el análisis de qué tan inteligentes son las ciudades para enfrentar los retos urbanos actuales se debe enmarcar en un sentido de urgencia. “Antes de la pandemia sabíamos que desafíos como el cambio climático, el deterioro ambiental y la escasez de recursos naturales tenían el tiempo contado”, resalta. Ahora, en la ‘nueva normalidad’, “cuando hay presión de tiempo, desafíos tan grandes y demandas tan altas de los ciudadanos, el sentido de urgencia impone sacrificios”, agrega.  

En otras palabras, el profesor Peres considera que una vez superada la pandemia se debe planear y gestionar las ciudades de otra manera. Y mientras llega este momento, los ciudadanos deberían estar cambiando su comportamiento en el espacio urbano y sus hábitos de consumo.  

“Una ciudad inteligente es una ciudad del sentido común. Durante la pandemia seguimos profundizando los problemas, no cambiamos hábitos ni comportamientos. La reinvención de las ciudades pasa por ese sentido común”, sostiene el profesor. 

La transformación digital es una prioridad

Sergio Martínez, ex alto consejero TIC de la Alcaldía de Bogotá, considera que la transformación digital debe ser una prioridad para los gobierno locales. Sostiene que desarrollar una ciudad inteligente implica trabajar en tres frentes: infraestructura para garantizar conectividad en todo el territorio; gobierno digital y economía digital

Para el experto, la pandemia debe motivar esa transformación en las ciudades. Por un lado, ningún ciudadano debería tener problemas de conectividad, sobre todo cuando se promueve el teletrabajo y la educación virtual. Por el otro, debe existir una agenda de virtualización de trámites y se debe apoyar a las pequeñas y medianas empresas y emprendedores para digitalizar procesos y procedimientos, y ofrecer sus productos y servicios de manera virtual. 

Esto implica la implementación de estrategias desde el Estado para que los ciudadanos se apropien del uso de las TIC como mecanismo para enfrentar los desafíos actuales. Según el estudio “El Salto Digital, evidencias de una nueva era” del Centro Nacional de Consultoría realizado en 63 municipios del país, entre ellos 12 ciudades capitales, la apropiación digital aumentó en 10 meses (de febrero a noviembre del 2020) lo que se tenía previsto incrementara en 20 años de acuerdo con el ritmo de crecimiento desde 2016. 

En este periodo, los ciudadanos en un nivel avanzado de uso de herramientas digitales (quienes realizan mínimo una transacción por semana) pasaron del 6 % al 19 %; los que estaban en un nivel intermedio (educación y participación) pasaron del 27 % al 37 % y por consiguiente el porcentaje del nivel básico (comunicación y entretenimiento) disminuyó del 47 % al 30 %, es decir, estas personas dieron un salto digital importante. Esta podría considerarse una oportunidad para avanzar en la transformación digital y la reinvención de las ciudades colombianas. (Vea la presentación del informe aquí)

ApropiacionDigitalCNC 2020

Uso de datos

En marzo de 2020, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han hizo un análisis sobre la gestión de la pandemia en los países asiáticos en comparación con los europeos. En este artículo, señaló que la infraestructura para la vigilancia digital en países como Japón, Corea, China, Hong Kong, Taiwán o Singapur, con mentalidades autoritarias, resultó ser sumamente eficaz para contener la epidemia. En Asia “sospechan que en el big data podría encerrarse un potencial enorme para defenderse de la pandemia. Se podría decir que en Asia las epidemias no las combaten solo los virólogos y epidemiólogos, sino sobre todo también los informáticos y los especialistas en macrodatos”, comentó el filósofo. 

Aunque pensar en una vigilancia digital de ese corte en países democráticos como el nuestro no es una posibilidad, queda clara la importancia de los datos para la toma de decisiones. Sergio Martínez manifiesta que en el marco del desarrollo de ciudades inteligentes no se han hecho esfuerzos suficientes en Colombia para abrir los datos y promover interés de los ciudadanos en ellos

"Nos preocupamos mucho del uso que hace el gobierno de los datos, que es muy válido, pero no nos preocupamos del uso que hacen las herramientas tecnológicas como las redes sociales lo cual, está comprobado, afecta la democracia”, resalta. Adicional a esto, no se ha preguntado por el uso de los datos personales que estamos entregando en la mayoría de los establecimientos comerciales en las ciudades como requisito para ingresar. 

Una oportunidad que deja la pandemia, señala Martínez, es la información que van a adquirir los sistemas de salud en el mundo y servirán para perfilar a la población. El análisis de estos datos va a permitir hacer acciones predictivas en salud y tomar decisiones en tiempo real con más criterio; “es una oportunidad para que la gestión pública pueda tomar decisiones que apunten acertadamente a mejorar la calidad de vida de los colombianos”. 

En definitiva el uso de datos es fundamental para el desarrollo de una ciudad inteligente y para la gestión de los desafíos presentes y futuros. Pero también lo es la participación ciudadana en todos los procesos. No obstante, el profesor Marco Peres advierte que esta “no es una prioridad de los gobiernos de las ciudades”. “Por el mismo sistema económico, los ciudadanos están concentrados en producir y consumir, y no están interesados en participar”, dice. 

Considerando que una gobernanza inteligente implica poner al ciudadano en el centro, la participación activa y permanente de las personas es esencial para solucionar los retos que afrontan las ciudades. Lograr una reactivación económica y social más rápidamente dependerá también de la colaboración entre el sector público, empresas privadas, organizaciones cívicas e instituciones académicas.

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    Escrito por Paola Medellín Aranguren

    Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.

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