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“América Latina y el Caribe fue la región más afectada por la crisis en términos de caída en el número de ocupados” Alicia Bárcena, Directora Ejecutiva de la CEPAL

Publicado el Lunes, 18 Octubre 2021, en Divulgación académica, Destacados

Según la Directora Ejecutiva de la CEPAL, para este año 2021, al igual que sucedió en gran parte del mundo, los países de América Latina y el Caribe proyectan un alza en las proyecciones de crecimiento y se espera una tasa del 5,9%.

Cepal

De acuerdo al último informe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL, América Latina y el Caribe crecerá 5,9% en 2021, reflejando un arrastre estadístico que se modera a 2,9% en 2022. ¿Es importante mencionar de dónde surgen estas cifras y cómo se arroja este resultado?

La dinámica de crecimiento de la región este año, si bien responde a las mejoras en las condiciones externas y la creciente apertura de las economías en el sentido de la flexibilización de las medidas de distanciamiento social, está principalmente explicada por una base de comparación muy baja producto de la fuerte caída de 2020 (que fue de -6,8%, la mayor caída desde 1900 y el peor desempeño entre todas las regiones en desarrollo). Además, este crecimiento esperado para 2021 no será suficiente para que la región recupere el nivel de PIB vigente antes de la crisis; solo 9 de los 33 países de la región lo lograrán. 

La dinámica y la persistencia del crecimiento hacia adelante, más allá del rebote de este año, están sujetas a las incertidumbres derivadas de las asimetrías y los avances desiguales en los procesos de vacunación y la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales detrás de la baja trayectoria de crecimiento que exhibía antes de la pandemia.  Así es que para 2022 se proyecta para América Latina y el Caribe una disminución de la tasa de crecimiento que llegaría al 2,9% en promedio. América del Sur crecería un 2,6%, mientras que Centroamérica y México crecerían un 3,5% y el Caribe un 7,8%. 

En el nuevo informe anual de la CEPAL se advierte que la crisis ha agudizado los problemas estructurales de la región, afirma que ésta proyecta una desaceleración para el 2022 y menciona que para mantener un crecimiento dinámico, sostenible e inclusivo se requiere aumentar la inversión y el empleo en América Latina ¿Qué perspectivas existen en esa materia en los países de la región?

Efectivamente, la dinámica de crecimiento ya era mediocre antes de la crisis del COVID. En el sexenio 2014-2019 la región creció a una tasa promedio de 0,3%, uno de los períodos de menor crecimiento desde que se tiene registro, solo comparable con el sexenio que incluye la Primera Guerra Mundial y el de la Gran Depresión. Este casi nulo crecimiento antes de la crisis, unido a la fuerte contracción de 2020, exacerbó los problemas estructurales que la región ya venía exhibiendo: baja inversión y productividad, informalidad, desocupación, desigualdad y pobreza. 

 

La crisis agravó la heterogeneidad productiva de la región generando un alto número de cierres de empresas pequeñas y medianas, junto a la destrucción de capital humano y de empleo. Esto se sumó a los problemas de baja productividad y al mal desempeño que ya mostraba la región en materia de inversión (la región ha mostrado una caída progresiva en la inversión, que alcanzó en 2020 su nivel más bajo en las últimas tres décadas: 17,6% del PIB), además de mostrar la menor proporción con relación al PIB cuando se compara con otras regiones en desarrollo y países desarrollados. 

En términos del empleo, para el año 2021 en su conjunto se espera una recuperación del 6,7% del número de ocupados con respecto al cierre de 2020. Sin embargo, esta mejora será insuficiente para alcanzar el nivel de ocupados anterior a la pandemia. Durante el primer año de la crisis del COVID-19, el número de ocupados se redujo en 25,3 millones de personas, de las cuales 17,3 millones (un 68%) volverán a la fuerza laboral en 2021. En este escenario, el número de ocupados de la región sería un 2,8% inferior en 2021 al registrado en 2019.

Un segundo elemento para destacar es que en esta crisis la recuperación del empleo será más lenta que la recuperación de la actividad económica, lo que constituye un elemento distintivo respecto a episodios de crisis anteriores. En el estudio se muestra cómo aquellos países que experimentaron una contracción del PIB durante el 1995, 1999, 2009 o 2016 demoraron 1,0; 3,1; 1,5, y 1,3 años, respectivamente, en recuperar su nivel de actividad económica, mientras que los niveles de ocupación se recuperaron en menos tiempo en los episodios de 1999, 2009 y 2016, y de manera simultánea en 1995.

En lo que se refiere a la participación laboral, para 2021 se estima que la tasa de participación laboral se incrementará 3,4 puntos porcentuales, al pasar del 57,7% en 2020 a un 61,1% en 2021. Sin embargo, este aumento será mayor para los hombres que para las mujeres, y mientras los hombres recuperaron niveles de participación similares a los anteriores a la crisis, las mujeres recuperarán tasas de participación similares a las registradas en 2008, equivalentes al 49%.

Como consecuencia del lento incremento en los niveles de ocupación y las mayores tasas de participación se espera que la tasa de desocupación en 2021 sea mayor que en 2020, y llegaría a un 11% en 2021, en comparación con el 10,5% de 2020. Al igual que lo sucedido con las tasas de participación, al descomponer por sexo, son las mujeres las que muestran un peor resultado ya que su tasa de desocupación sería del 12,7%, tres puntos porcentuales superior a la de los hombres (9,7%).

En el estudio se señala que, más allá de la recuperación en 2021, se espera una lenta dinámica del crecimiento económico en los años venideros, lo que no permitirá una rápida recuperación del nivel de ocupación ni mejoras de la calidad del empleo. Por ello, será central implementar políticas que impulsen la creación de empleos de calidad. Especial atención merecerá el fomento del empleo en los grupos más afectados durante la crisis, como mujeres, jóvenes y personas migrantes.

Según el informe, el crecimiento de 2021 se explica por una baja base de comparación -luego de la contracción de 6,8% anotada en 2020-, también de los efectos de la demanda externa y el alza en los precios de los productos básicos que exporta la región. En ese orden de ideas ¿Qué tanto compensará el crecimiento esperado para 2022 la contracción económica de 2021 y qué perspectivas existen respecto al mercado interno y las exportaciones?

Como he mencionado, el crecimiento de 2021 no será suficiente para compensar las caídas en la actividad evidenciadas en 2020 y con ello recuperar los niveles de PIB previos a la pandemia. Sólo 9 de los 33 países de la región lo logran. A su vez en 2022, con un crecimiento esperado promedio del 2,9%, solo otros 5 países habrían alcanzado los niveles de 2019. En términos de las perspectivas para la demanda interna, el consumo privado es el que más impulsa el crecimiento del PIB tanto este año 2021 como en 2022. A él corresponde más de la mitad del incremento de la actividad económica. En mucha menor medida se encuentra la contribución del consumo público, ya que, a pesar del conjunto de medidas fiscales de emergencia sin precedentes que han implementado los Gobiernos de la región, muchas de estas corresponden a numerosos programas de transferencia monetarias directas a los hogares cuyos efectos contablemente se registran como aumento del consumo privado. 

La dinámica de la inversión se incrementará gracias a la reactivación de la construcción y al inicio de proyectos que habían sido suspendidos tanto por la incertidumbre sobre el futuro como por la necesidad que tuvieron las empresas de dar respuesta a problemas de financiamiento. 

En cuanto a las exportaciones, después de desplomarse en 2020, éstas aportarán positivamente al crecimiento del PIB tanto en 2021 como en 2022, con niveles de contribución similares a los de la inversión. La expansión de las exportaciones se explica tanto por la recuperación de la demanda extrarregional como intrarregional dada la mayor actividad económica a nivel mundial.

Lea la entrevista completa Entrevista_Alicia_Bárcena_Instituto_de_Estudios_Urbanos_de_la_Universidad_Nacional_de_Colombia.docx.pdf

Ver informe aquí 

 

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    Escrita por Milton Medina

    Las opiniones contenidas en este artículo no expresan la posición institucional del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia.

    • Etiquetas: América Latina, Cepal, economía
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