La tasa de desempleo juvenil, que según datos del DANE fue de 18,7% en el primer semestre del 2018, refleja un panorama preocupante para la juventud colombiana; por un lado, hay una incapacidad de generar un modelo económico que impulse la oferta de nuevos empleos y, por el otro, un aumento de la informalidad ante la falta de oportunidades.