La profesora Yency Contreras Ortiz, coordinadora del Observatorio de Gobierno Urbano del Instituto de Estudios Urbanos, planteó la importancia de hablar de renovación urbana tanto a nivel conceptual como de política pública. En esa dirección, la catedrática Angélica Camargo de las Universidades Externado y del Rosario resaltó que la relevancia del tema proviene de los procesos de crecimiento urbano.

“Es un tema de estudio no solo en ciudades latinas sino también europeas y norteamericanas, donde en momentos y maneras distintas han tenido procesos similares de poblamiento y el espacio construído. En el viejo continente, en el siglo XIX se da un proceso de expansión acelerado, producto de los procesos de industrialización y migración campo - ciudad, similar al que se vivió en las urbes latinoamericanas en el siglo XX. El crecimiento acelerado viene acompañado del deterioro de determinadas zonas y ahí es que nacen las reflexiones sobre la renovación urbana”, señaló Camargo.

Evolución del concepto de renovación urbana 

Hay varias categorías en la renovación urbana. Una primera fue la bulldozer, en la cual se buscaba readecuar los espacios urbanos, atendiendo a las problemáticas del crecimiento de la ciudad por las migraciones. Luego se da el tema de la regeneración urbana frente a las fábricas que empiezan a salir de las ciudades. Posteriormente surge el cuestionamiento de cómo el gobierno urbano interviene la ciudad construida y surge el tema de la  revitalización, que tomó fuerza en el MEPOT del 2013, en Bogotá, indicó Ángela Martínez.

A su turno, la profesora Conteras afirmó que la evolución del concepto debe ser revisada en la legislación y en la práctica. “Ese es el aporte que hace Martínez en su trabajo de grado, donde analiza la política de renovación urbana de 2000 a 2019, para entender la continuidades y discontinuidades que ha tenido la renovación urbana como política pública en la ciudad”.  

La investigadora Martínez sostuvo que tuvo en cuenta componentes para el desarrollo de su trabajo. El primero fue el análisis de las normas nacionales y distritales; el segundo la definición del componente organizacional, en el cual se evidenciaron los a el componente de estructura programática, donde se revisó cómo se materializó a través de los Planes de Desarrollo y los planes parciales.

Normativa y práctica de la renovación urbana en Bogotá 

Para la profesora Camargo la tensión entre la realidad y las reglas siempre va a existir. “En nuestro contexto actual capitalista las leyes del mercado plantean las dinámicas y queda la sensación que las normas terminan soportando lo que el mercado establece. Entonces de alguna manera las normas terminan desincentivando los procesos de renovación urbana”.

Por su parte, Martínez señaló que  efectivamente las normas buscan promover el desarrollo, pero estas han sido contradictorias. “Aunque en los objetivos y considerandos se plantea la necesidad de fortalecer los procesos de renovación lo que se muestra frente al tema de incentivos es que están dados para proyectos puntuales. Es decir, no se articula el discurso general frente al por qué se necesita hacer renovación y las decisiones que se toman”. 

La profesora Contreras afirmó que aunque formalmente se tienen procesos de renovación urbana en términos de definir tratamientos y áreas, este proceso se hace a través de unas reglas que no son propiamente de renovación. “Son los cambios de patrones los que han transformado la ciudad y no necesariamente las normas”. 

Papel de los operadores públicos en la renovación urbana    La Empresa de Renovación Urbana (ERU) de Bogotá es la institución encargada de la ejecución de estos procesos en la capital colombiana, pero sus cambios y dinámicas han hecho que no necesariamente se hayan logrado los resultados esperados.

“Sin duda el papel de un operador de renovación urbana es clave pero requiere de mucho liderazgo del sector, no solo en la gestión de predios sino también en la movilización de recursos, de promoción de inversión y otros procesos que se requieren para revitalizar una zona y proteger adecuadamente las dinámicas sociales que están ahí”, contextualizó Camargo.

En el trabajo, Martínez recordó que inicialmente la Secretaria de Planeación era la entidad encargada de liderar esos procesos de renovación en la ciudad. La ERU entonces es una entidad que nació débil, pues se creó y un año después se puso en funcionamiento. En 17 años ha tenido tres reformas grandes que hacen que cambie su estructura y funciones. 

“A través del acuerdo 257 cambia su ubicación de la Alcaldía Mayor y pasa a ser parte del sector del hábitat. En 2016 se fusiona con Metrovivienda y asume unas funciones frente al suelo y al desarrollo. Entonces no hay claridad sobre el rol del operador público. Además, entre 2000 y 2019 han pasado 13 gerentes, con periodos muy cortos y eso incide en los resultados” expresó Martínez.   

La gran conclusión de este estudio es que. “No se ha hecho una apuesta desde el gobierno urbano por materializar una política pública, son respuestas más funcionales y a medida que el mercado solicita condiciones especiales”, resaltó Martínez.