La profesora Yency Contreras Ortiz, coordinadora del Observatorio de Gobierno Urbano del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional Colombia señaló que uno de los puntos centrales es la estructura administrativa y el sistema de toma de decisiones. “Se plantea un Consejo Regional como una integración explícita, se definen sus funciones y se establece un sistema de toma de decisiones, que está orientado a la búsqueda de consensos”. 

Por su parte, el profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia, Óscar Alfonso,  destacó que todos los miembros de la región tendrán el mismo peso en la votación para la toma de decisiones. En consecuencia   quien aporte más al presupuesto tendrá la misma importancia que el municipio más pequeño que integre la región. 

“Aunque no hay factores de coeficientes que definen mayor porcentaje para algún miembro, hay temas como el de aportes y gastos que sí requieren de la aprobación de Bogotá y Cundinamarca. Adicionalmente, hay unos funcionarios del gobierno nacional que tendrán sólo voz y voto en dos temas centrales: movilidad y seguridad alimentaria” indicó Natalia Villamizar, profesora de la University College London & Universidad de Newcastle, Reino Unido.

Participación de los actores

En esta región participarán los alcaldes de los municipios que la integren y de Bogotá, además del gobernador de Cundinamarca y la nación. También tendrá voz el sector gremial, pero no es clara la participación de la sociedad civil. “La pregunta es por qué el Comité Intergremial estará con voz, pero los organismos comunitarios y de la sociedad civil sólo se entienden como mecanismos de control” cuestionó la profesora Villamizar.

Otro actor importante es la persona que ejercerá como director de la región quien será un funcionario público de libre nombramiento y remoción, designado por convocatoria, con voz y sin voto en el Consejo. Además, de los funcionarios de las Agencias de Movilidad y Seguridad Alimentaria, resaltó la profesora Contreras.

“El director debe tener cierta profesión y un posgrado con experiencia mínima de 10 años en campos de los que se ocupa la Región Metropolitana. El problema es que esta no se puede desarticular y el funcionario puede ser experto, por ejemplo, en movilidad pero desconocer el ordenamiento territorial.  En cuanto a las inhabilidades encontramos que nadie que haya sido concejal o diputado podrá ejercer este cargo, entre otros ” aseguró Alfonso.

Patrimonio y fuentes de financiación

Es bueno que la región tenga patrimonio propio, eso es un indicador de que hay un interés en darle su autonomía. “Sin embargo, el artículo 42 se refiere al aporte de la nación y eso parece un baloto, porque la región entró ganando. Se plantea que la nación le va a transferir 75 mil millones de pesos. Pero el parágrafo habla que los proyectos de la Región Metropolitana que se financien con los recursos consagrados en presente artículo deberán tener acompañamiento técnico del Departamento Nacional de Planeación, eso es centralismo”,  aclaró Alfonso.

Efectivamente, es muy complejo seguir desarrollando ese modelo centralista y sobre todo en esta región metropolitana, porque no tiene jurisdicción. “El dilema es cómo combino esa noción del modelo centralista fijo, estático con una idea de innovar en su visión de jurisdicción de una entidad administrativa que va a depender de una voluntariedad que va a ser progresiva y gradual”, añadió Villamizar.

La profesora Contreras citó el artículo 35 el cual señala las rentas que constituirán el patrimonio de la región  y ahí en adelante se plantean otros mecanismos que van a garantizar esa sostenibilidad financiera de la Región. “Existen posibilidades como la cofinanciación de infraestructura de accesos urbanos, de la participación en la contraprestación aeroportuaria y otros tantos instrumentos planteados en el capítulo 6”.

Sobre el financiamiento hay una intención de poner las potenciales fuentes generadoras de recursos. “Hay cesión de poder frente a ciertos temas pero se ganan capacidades operativas. Por ejemplo, la valorización, porque Bogotá ya tiene una experiencia importante, pero enfocada en proyectos de movilidad. Sin embargo, el Metro es del Distrito y Región Tran del departamento, entonces queda la duda si la región va a poder captar la valorización en estos dos casos” se preguntó Villamizar.   

También están los impuestos a la delineación urbana y la plusvalía. No obstante, hay dudas sobre esta última, porque no se sabe cómo ha funcionado y si vale la pena incluirla. La profesora Contreras destacó los temas de la cesión de poder de los municipios, de la regulación de los usos del suelo y de la competencia que está asignada. 

“La cuestión es si realmente en el marco de la Región Metropolitana se adelantarán actuaciones urbanísticas y si va a tener implicaciones ese plan estratégico de ordenamiento en clasificación del suelo. El reto es cómo esas dinámicas territoriales que se van expresando en decisiones de ordenamiento puntual en el POT nos pueden llevar a mecanismos efectivos de captura de valor que puedan ser aprovechados en el marco de la Región Metropolitana”, concluyó Contreras.