La discusión se originó en  el trabajo final de maestría ”Territorio y ciudad. Del paisaje agrícola al paisaje urbano en los modelos de ocupación de Pasto 2000-2020”, presentado por Ana María González, candidata a magíster en Gobierno Urbano, del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. La autora sostuvo que “El crecimiento urbano en Pasto se reconoce por la confluencia de diversos tipos de paisaje y entre ellos resaltan fundamentalmente tres: el urbano, el agrícola y el natural. En la actualidad, la ciudad policéntrica y compacta en funcionalidad es el modelo territorial establecido por el POT 2015-2027 y presenta desafíos inherentes a la proyección y configuración de la ciudad intermedia”.

De acuerdo con la profesora del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional de Colombia, Ana Patricia Montoya Pino, directora de este trabajo el eje fundamental para entender el tema se centró en la pregunta ¿Cuál es la relación de Pasto con su territorio?. “Hay tres puntos que permiten articular este cuestionamiento. El primero son las particularidades de la capital de Nariño, una ciudad andina, de escala intermedia, que ha desempeñado un papel histórico, en un territorio de frontera. El segundo es el paisaje como un instrumento clave para el análisis urbano y el reconocimiento de sus lógicas territoriales. Un tercero son los desafíos que se plantean con el POT de 2015”.    

Relación ciudad y territorio

Es indiscutible que los territorios pueden existir sin las ciudades pero no a la inversa. “Lo paradójico es que con frecuencia se desconoce la dependencia del territorio, esas relaciones entre las personas, el espacio físico, sus formas de organización, su cultura y el poder. Usualmente se aboga por el derecho a la ciudad pero no por el derecho  al territorio, que es una categoría más amplia” señaló la profesora Patricia Rincón, de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia. 

Son diferentes las ciudades del trópico, a las del puerto fluvial, el puerto marítimo, el altiplano, o de vertiente. Por ello entender el territorio es entender la ciudad. “Para entender a Pasto es necesario comprender el altiplano en el cual se encuentra, no podemos estudiar una ciudad sin entender su territorio”, aclaró el profesor Fabio Zambrano, director del IEU.  

En el caso de Pasto, González tuvo en cuenta esta relación ciudad y territorio, entendiendo que el ejercicio de habitar empieza y se ejecuta por unas condiciones externas o medio natural y unas internas que es el medio social. Es allí donde la planificación y el ordenamiento son claves en la comprensión urbana. 

“Primero se encontraron unos poblados prehispánicos, luego se concentraron en unos centros políticos administrativos y su estructura estuvo basada en una relación entre ciudad y campo. Como resultado hay unas ciudades intermedias y andinas caracterizadas demográficamente por contar con población indígena y campesina, que le da una nueva identidad a la configuración urbana de la ciudad, como es el caso de Pasto. Lo que se encuentra en esta ciudad es la respuesta de estos grupos humanos, ejecutados en unos procesos históricos de mediana y corta dirección” señaló Ana María.         

El profesor Zambrano recordó que Pasto es una de las ciudades primadas de Colombia desde el siglo XVI, durante la colonia fue una ciudad destacada por ser una fortaleza agrícola y base de artesanos. Las lógicas de Pasto son prehispánicas y tiene una solidez que se debe al territorio y no a la ciudad. 

Planificación de la ciudad

En el departamento de Nariño se pueden identificar tres regiones: la Pacífica, la Andina y la Amazónica, reflejadas en las ciudades de Tumaco, Pasto e Ipiales respectivamente. Cada una tiene diferentes lógicas poblacionales y de ocupación del territorio. “De esta manera también se ven distintas formas de paisajes, natural, agrícola y urbano, interconectados entre ellos. Una manera de instrumentalizarlos es a través de la planificación”, consideró Montoya.

La unidad del paisaje dentro de la planificación urbana tiene una ventaja y es que subyace un enfoque sistémico que trata de entender el mundo a partir del reconocimiento del contexto y no de divisiones normativas e incluso arbitrarias. “Se pueden mantener opciones y calidades para prevenir su depredación. Por ello la relación entre los elementos de la  naturaleza y los artefactos producidos por la humanidad, permitiría una aproximación más calificada y positiva al planeamiento de nuestras ciudades”, destacó Rincón.

Sin embargo, no necesariamente todas las ciudades tienen esta unidad. En el caso de Pasto se hace a través de un desarrollo agrícola, pero puede estar comprendida a través de unas relaciones territoriales y unos componentes económicos. “Este traslado relacional en la capital de Nariño  parte del indígena sigue con el campesino y posteriormente al poblador urbano, pero no en una linealidad sino que estos tres tipos de pobladores habitan en la ciudad actualmente”, sostuvo González.  

Retos del gobierno local de Pasto

Es indiscutible el crecimiento urbano de Pasto, sin embargo, González considera que actualmente existen tres  problemas: las áreas de protección ambiental, las centralidades rurales y la división predial, y por último, las centralidades rurales y la suburbanización. “La ciudad al crecer no lo hace de manera dispersa sino densificada y compacta, teniendo repercusiones sobre las centralidades rurales”, aseguró González.  

Con el POT 2015-2027 se categorizó el territorio en espacio regional y municipal. “En el caso del municipal lo definió en dos formas. La primera es el entorno urbano dejando de ser monocéntrica a policéntrica  La segunda es el entorno rural equivalente a los corregimientos que están alrededor de la huella urbana”, señaló González.

El profesor Zambrano concluyó que además de los retos territoriales el gobierno urbano debe atender los conflictos que se dan en la amazonia y en el Pacífico, porque si bien son problemas nacionales y transnacionales, generan unas dinámicas poblacionales y de crecimiento de la ciudad. Hay que evaluar cómo le va a la ciudad en los próximos diez años porque eso va a depender su capacidad de gestión”.