Instituto de Estudios Urbanos - IEU

Desde diferentes espacios ciudadanos se han formulado durante varios meses diversas objeciones al proyecto del Plan de Ordenamiento Zonal (POZ) del Norte, ante las cuales el Alcalde suspendió la expedición del Decreto y abrió el espacio para discutirlas. Sin embargo, los contenidos del proyecto de decreto no han variado de manera significativa y se corre el riesgo de que sea firmado un texto adverso a las condiciones ambientales de esta zona de la ciudad y en contravía con las propuestas sociales del programa de gobierno de Samuel Moreno Rojas.

Las principales objeciones son:

1º. El proyecto de decreto no da estricto cumplimiento a las resoluciones del Ministerio del Medio Ambiente en el año 2000, las cuales estuvieron basadas en exhaustivos estudios y discusiones públicas y zanjaron las diferencias entre la Alcaldía de Bogotá y la CAR con respecto al plan de ordenamiento territorial de Bogotá, en los siguientes aspectos:

1. Los desarrollos urbanos previstos en el POZ afectan muy negativamente la franja de conexión, restauración y protección o Reserva Forestal Regional del Norte, con un ancho mínimo de 800 metros en todo su recorrido, que debe garantizar la conexión entre los Cerros y el valle aluvial del Río Bogotá. No solo existen problemas de delimitación precisa de la Reserva (entre otras razones, debido a que la CAR no ha cumplido con la alinderación y declaración de la Reserva) sino que está previsto el  desarrollo de construcciones en la franja de la Autopista Norte, interrumpiendo la conexión requerida con los Cerros Orientales.

2. Con respecto al sistema de humedales no están siendo atendidas las disposiciones emanadas del Ministerio y de la CAR, sobre la obligación de adoptar un régimen coherente en los humedales y las áreas aledañas que tienda a su conservación, en cumplimiento de la Convención de Ramsar y de las normas nacionales e incluso del POT vigente. Tanto el gobierno nacional que pretende ampliar la Autopista Norte sin respetar las decisiones distritales, como las previsiones del POZ, afectan el sistema del humedal Torca-Guaymaral.

3. Se desconocen las determinaciones acerca de los usos del suelo en ciertas zonas particulares como el sector inicialmente conocido como San Simón (hoy también denominado Mudela del Río y El Bosque) y el corredor de la Autopista. Luego de una larga controversia entre la CAR -que pretendió que esas zonas tuvieran un régimen de áreas rurales- y el Distrito - que perseguía su desarrollo en alta densidad- el Ministerio zanjó la controversia disponiendo que se debería mantener la reglamentación vigente en ese momento, es decir, los decretos  distritales Nos. 834 de 1993 y 271 de 1997. Particularmente para los sectores hoy denominados Mudela del Río y El Bosque en el decreto mencionado se dispone una densidad máxima de 4 viviendas por hectárea, mientras que en el proyecto de POZ se pretende aumentar a 40 viviendas por hectárea.

En este proceso, además, ni el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial ni la CAR han actuado para exigir el cumplimiento de las decisiones tomadas en el año 2000 ni para asegurar los mandatos constitucionales y legales de protección de los valores ambientales de esta importante zona de la Sabana de Bogotá

2º. Es extraño que los constructores argumenten que no es posible construir VIP por los altos precios del suelo y que cuando se propone aplicar los instrumentos legales previstos para controlar dichos precios, tanto el sector privado como el público, señalen que es inconveniente.

El bajo porcentaje del suelo útil destinado a vivienda de interés prioritario (VIP) con un precio máximo de 70 salarios mínimos, teniendo en cuenta el cercano agotamiento de los suelos de desarrollo en la ciudad, así como el hecho de que las necesidades de vivienda no atendidas se ubican justamente en este rango.

El Decreto debe ser explícito en determinar un mínimo de 50% de suelo útil destinado a VIP, sin posibilidad de ser sustituido en ningún caso por vivienda de interés social o VIS (entre 70 y 135 salarios mínimos legales), la cual se produce en cantidad suficiente en condiciones de mercado. De acuerdo con las normas legales ese porcentaje debe ser establecido de manera obligatoria para todas las zonas y planes parciales, en lugar de la confusa determinación actual de unas zonas que pueden afectar la equidad entre propietarios. El sistema de reparto de cargas y beneficios y los demás mecanismos de recuperación de plusvalías deben estructurarse a partir de esta decisión.

Las previsiones del proyecto de POZ excluyen la población de más bajos recursos y más necesitada de vivienda, espacios públicos y calidad ambiental y refuerzan la segregación socio-espacial, favoreciendo la especulación.

Los escasos resultados del proceso de discusión ciudadana parecen indicar que estamos ante un nuevo caso de favorecimiento de intereses inmobiliarios particulares por parte de los gobiernos nacional y Distrital. Sería lamentable que, a pesar del largo proceso de discusión ciudadana,  acompañado por el Concejo de Bogotá,  que ha cumplido el Plan Zonal del Norte, no hubiera logros significativos dirigidos a garantizar de manera efectiva los derechos colectivos y sociales al medio ambiente sano, al ordenamiento del territorio y a la vivienda digna y a dar cumplimiento al programa de gobierno del Alcalde, afirmando el interés colectivo sobre el particular.

GRUPO SABANA COMO VAMOS

Manuel Rodríguez Becerra

Juan Mayr

Elsa Koppel de Ramírez

Gerardo Ardila

Maria Mercedes Maldonado

Thomas Van Der Hammen

Juan Luis Moreno

Jaime Arocha

Diana Gaviria

Eduardo Wills

Manuel Camacho

Julio Carrizosa

Claudia Martínez

Luís Fernando Lloreda

Héctor Iván Sánchez

Yamile Salinas

Ernesto Guhl

Angélica Molina

Cristina Díaz

Francisco Galán

Nancy Vallejo

German García

Mauricio Vasco

Álvaro Beltrán

Juan José Mariño

Natalia Castañeda